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El mal de reflujo gastroesofágico

El reflujo gastroesofágico es una condición en la que el contenido del estómago se revierte hacia el esófago irritándolo y causando alteraciones en nuestra calidad de vida. Normalmente, el estómago utiliza los jugos gástricos como parte del proceso de digestión, los cuales tienen un alto contenido de ácido. El estómago logra resistir este ácido gracias a que sus paredes están recubiertas con un tejido resistente al mismo. El esófago no tiene esta barrera protectora contra el ácido lo que lo hace más vulnerable a daños a pesar de que todos tenemos una cantidad mínima de reflujo como parte del funcionamiento normal del proceso digestivo.




En los últimos años la comunidad médica ha visto un aumento drástico del reflujo gastroesofágico como condición. Se estima que hoy en día una de cada cinco personas experimenta síntomas de reflujo al menos una vez a la semana y dos de cada cinco personas experimenta síntomas de reflujo al menos mensualmente. Como es de esperarse, también hemos notado un aumento en la prevalencia del cáncer del esófago. El instituto nacional del cáncer, estima que en Estados Unidos habrá alrededor de 17,000 casos nuevos de cáncer del esófago durante este año. Se cree que este aumento en la prevalencia del reflujo gastroesofágico se da en parte por consecuencia del aumento en obesidad y en edad mediana en la población actual.


Fisiológicamente, el reflujo se origina debido a una falla del esfínter esofageal bajo. Dicho esfínter es una barrera muscular que ayuda a prevenir que los contenidos gástricos tomen la ruta equivocada y se reviertan al esófago. Las razones específicas de porqué ocurre un malfuncionamiento de este esfínter en algunos casos, no se conocen del todo. Sin embargo, los factores de riesgo más comunes para el desarrollo de reflujo son:

  • Herniación del hiato (una condición donde la conexión esófago-estomacal se desliza arriba del diafragma respiratorio afectando la función del esfínter esofageal bajo)

  • Fumar

  • La obesidad

  • La edad avanzada

  • El embarazo

  • Asma

  • Diabetes

  • Problemas funcionales del estómago como el vaciamiento prolongado del mismo

Como podemos apreciar, algunos de estos factores de riesgo son inevitables. Por eso debemos dirigir nuestra atención a la prevención, la detección temprana y un buen manejo médico. El manejo de esta condición en su mayoría dependerá de cambios en el estilo de vida del paciente y no necesariamente recae en el uso de medicamentos solamente.


Síntomas típicos de reflujo

- Sentimiento de algo atorado en el esófago

- Nausea luego de comer

- Ardor en el pecho


Síntomas atípicos de reflujo

- Tos

- Pitillo al respirar

- Ronquera

- Devolver los alimentos

- Ardor en la garganta


Muchas otras enfermedades pueden presentar síntomas similares a la del reflujo, por lo cual es importante consultar con su médico para poder diagnosticar esta enfermedad correctamente. El diagnóstico puede consistir de una combinación de estrategias, utilizando medicamentos empíricamente, estudios de reflujo, manometría del esófago y endoscopía.

Una vez diagnosticado el reflujo pasamos a la etapa para determinar el tratamiento adecuado. Normalmente, hacer cambios en el estilo de vida es el primer paso para resolver este problema. Como parte de estos cambios el paciente debe:

  • Evitar comer comidas en grandes cantidades y optar por menos cantidades de alimentos más veces al día

  • Evitar comer antes de acostarse, al menos tres a cuatro horas antes de la hora de dormir

  • Evitar comidas ácidas, grasientas, el chocolate y la menta

  • Evitar fumar y limitar el consumo del alcohol

  • Elevar el ángulo de la cabecera de la cama, esto aliviará el reflujo nocturno

Si a pesar de que el paciente modifique su estilo de vida el reflujo persiste entonces se deberá iniciar tratamiento mediante varios agentes Entre ellos están los antagonistas del receptor H-2 y los inhibidores de la bomba de protones. Ambos logran reducir el ácido en el estómago, lo cual ayuda a aliviar algunos de los síntomas del reflujo. Debemos tener en cuenta que estos medicamentos, aunque están accesibles sin receta, pueden traer varios efectos secundarios. Por esto, el tratamiento del reflujo debe monitorear por un médico experto en esta enfermedad. Como recurso final y en casos severos, posterior a que ni la modificación del estilo de vida ni el uso de fármacos funcione, se puede utilizar tratamientos quirúrgicos.

El mal del reflujo gastroesofágico es ciertamente un mal común y con serias consecuencias, pero como toda enfermedad es importante conocerla para lograr detectar y prevenir complicaciones a largo plazo. Visita a tu médico para que juntos busquen medidas preventivas y soluciones para una vida más saludable.

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